Exploraciones: Fray Albino

El bulevar de Fray Albino

Proponemos peatonalizar una calle del barrio. Intencionadamente, elegimos Beato Henares por ser una línea capaz de unir la parte alta y la baja del barrio, comunicando el Estadio de San Eulogio abajo y la Iglesia del Cerro arriba, y por ser un fenomenal paseo con unas impresionantes vistas de la mezquita. Se trata sin duda del Bulevar de Fray Albino. ¿Pero cómo proceder para su peatonalización?

Jaime Lerner, arquitecto, urbanista y alcalde de la ciudad brasileña de Curitiba es un ejemplo de cómo distinguir lo fundamental de lo accesorio, para así conseguir los resultados deseados usando sólo los recursos justos.

Peatonalizar no consiste en hacer una carísima obra de urbanización, tan solo se trata de impedir que el coche invada el espacio de la calle. Es el primer paso para que la calle pueda ser colonizada tranquilamente por el peatón.

En Curitiba se plantearon peatonalizaciones en la ciudad llevadas a cabo en menos de 72 horas con el menor costo posible. De la misma manera proponemos peatonalizar impidiendo el acceso del coche a la calle Beato Henares, con un sencillo gesto: plantar naranjos en los encuentros de la calle con sus perpendiculares rodadas. Mínima intervención para alcanzar el objetivo propuesto.

Repavimentación, igualación de acera y calzada, y todas esas cuestiones costosas quedarían vinculadas a la disponibilidad de presupuesto o no, pero independientemente de eso, el espacio queda listo para que el peatón lo haga suyo.

El Balcón de Córdoba

En el barrio de Fray Albino, cerca de la Iglesia del Cerro, existe un espacio único, que permanence oculto: el cerro, el lugar donde se produce el cambio de nivel entre la parte baja y alta del barrio. Esta transición, que por la parte de la calle Beato Henares se produce de manera más suave, sin embargo cerca de la iglesia occurre de forma abrupta.Se trata de un vacío: allí no se puede construir, el planeamiento lo recoje como espacio libre. ¿Qué puede entonces tener de singular un lugar así?

Cuando el visitante logra orientarse por las callejuelas del barrio y desemboca en este lugar, asiste atónito a la que con seguridad es una de las mejores vistas de la ciudad. Frente a él tiene en un primer plano la mezquita y todo el collage de edificios históricos del centro de Córdoba, al fondo, la Sierra.

Poner en valor un sitio con unas vistas tan hermosas es tan sencillo como anunciar su existencia y habilitarlo, por medio de una pequeña plataforma con una estructura ligera, donde se pueda disfrutar de la panorámica a la vez que tomarse un refresco. Vecinos, turistas, curiosos… son potenciales interesados. Es una ganancia en lo económico y en la visibilidad del barrio.

En un futuro, esa plataforma puede pasar de ser suelo a ser techo, acogiendo debajo de ella cualquier tipo de actividad ciudadana que pueda hacer que un espacio así sea un espacio del barrio, un corazón publico, y no un espacio robado al barrio para el turismo.

La Cubierta-Incubadora de empresas de San Eulogio

Dado el carácter de barrio de residencial que tiene Fray Albino, detectamos la falta la espacios adecuados para que las iniciativas de emprendedores que nazcan del barrio puedan quedarse en él. La fuga de valores es una forma de descapitalizar el barrio.

Igualmente echamos en falta más cantidad de espacios libres, ámbitos de reunion, lugares de referencia. Paradójicamente el elemento más importante en la parte baja de Fray Albino es un vacío cerrado a la calle: el Estadio de San Eulogio. Con sólo derribar el muro perimetral e incorporar al espacio público el graderío del estadio serviría para dotar a la parte baja del barrio del área libre que necesita. Se trataría de un espacio público escalonado a la manera de los que ya disfrutamos en nuestra ciudad, como son la cuesta del Bailío o la cuesta de Luján.

Como ocurre en el resto de Córdoba, el espacio libre puede sufrir un excesivo soleamiento y falta de sombra. ¿Y si cubriéramos ese espacio? Podríamos disponer de un espacio resguardado del sol y de la lluvia ¿Y si esa cubrición fuera tan gruesa como para ser una cubierta habitable? ¿Y si ese edificio-cubierta fuera el centro de actividad del barrio? ¿Y si en ella alojáramos una planta de talleres, un lugar donde se pudieran instalar diseñadores, empresas y talleres? ¿Y si en los soportales de la planta baja se dieran para otro tipo de actividades efímeras, como pueden ser los mercadillos? ¿Y si...?